Los Ruidos Insoportables de las Pistas de Pádel y de Instalaciones Deportivas de un colegio de Madrid
Sin poder descansar, sin poder dormir, por culpa de los raquetazos del pádel y del ruido de pistas e instalaciones de deportes. Esto es lo que denuncian los vecinos afectados.
Son las 10:25 de la noche y esto parece un programa deportivo de la televisión. No sabes qué deporte ver: pádel, tenis en doble pista y, al fondo de las instalaciones deportivas, fútbol. A gusto del consumidor, sí. Pero si estás viendo la tele, al final la apagas y ya está. Aquí no se puede hacer nada: no se puede teletrabajar, no se puede estudiar, no se puede descansar.
¿Pueden unas pistas de pádel arruinar la vida de todo un vecindario?
Los vecinos de Carabanchel en Madrid denuncian ruido y aseguran que es absolutamente imposible vivir con ese sonido constante de las raquetas. Algunos incluso se han mudado. Han presentado muchas quejas al Ayuntamiento de Madrid y al Defensor del Pueblo. Llevan diez años así. ¿Qué respuesta han recibido?
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Ruidos deportivos sin descanso
Un bloque de vecinos en Carabanchel lleva diez años sin poder descansar. El colegio de enfrente construyó unas pistas de pádel, junto a sus instalaciones deportivas, que se alquilan a cualquiera (no solo a alumnos o profesores del centro) hasta las once de la noche.
El ruido es insoportable. Las pelotas golpean una y otra vez contra las raquetas y las paredes de las pistas. Se suman los gritos de desesperación o de celebración de los jugadores. Y así todos los días, incluidos los domingos.
Un horario infernal
El ruido se escucha desde cualquier punto de las casas. Algunos vecinos han gastado sus ahorros en insonorizar habitaciones, otros usan cascos para cancelar el ruido y los más desesperados han decidido mudarse. No hay día de descanso: las pistas abren de lunes a domingo.
Las tres pistas que hay se alquilan de lunes a viernes de 17 a 23 horas. Los sábados el horario se amplía de 9.30 a 21.30 horas y los domingos, de 9.30 a 14 horas. Jugar una hora y 30 minutos cuesta 23,92 euros.
Las pistas de tenis, por su parte, son utilizadas por una academia privada. Y es que los Salesianos han visto el deporte de palas y raquetas, que gana adeptos en España, una buena línea de negocio para generar ingresos al margen de su actividad educativa.
Testimonios de un día a día insufrible
«Vivo encerrado con las persianas bajadas por la luz de los focos y para que no entre el ruido de los pelotazos del pádel. Por las noches me es imposible conciliar el sueño».
Además, el colegio no tiene licencia para alquilar las pistas de las instalaciones deportivas al público. Los vecinos se han enterado de esto recientemente, después de haber agotado todas las vías formales, económicas y personales.
Más de diez años sufriendo ruidos
Mario G., uno de los afectados, cuenta que cambió todas las ventanas por unas antirruido y cerró la terraza como un búnker. Invirtió más de 7.000 euros. Aun así, los pelotazos siguen entrando. Con las ventanas cerradas se amortigua algo, pero el ruido se mete en la cabeza: unos 700 golpes por hora, hasta las once de la noche.
Otro vecino afectado por los ruidos de las instalaciones deportivas, se plantea marcharse del edificio. Vive en una casa familiar donde han residido sus abuelos y sus padres, pero asegura que si no se soluciona tendrá que irse. Dice que no quiere criar a un niño encerrado, sin poder abrir las ventanas.
«Me tendré que ir de mi propia casa. No quiero criar a mi hijo en un sitio así».
Antonio L.
Llevan más de diez años sufriendo esto y las instituciones apenas han dado respuesta. Por contactos se enteraron de que el colegio lleva explotando las pistas económicamente sin licencia, y el Ayuntamiento nunca les ha dado facilidades.
La salud de estos vecinos está seriamente afectada
«Me ha diagnósticado insomnio crónico. Ahora, cada noche, necesito tomar pastillas para poder dormir».
Mario G. reconoce que la situación le afecta emocionalmente. Necesita medicación para dormir. Explica que ahora han subido el volumen de los megáfonos todavía más y es insoportable. Esta megafonía suena desde primeras horas de la mañana, cada cuarto de hora. Antes, hace años, solo se escuchaba una sirena de vez en cuando. Ahora es constante. A partir de las cinco de la tarde, el ruido es imposible de soportar.
Sin licencia para convertirlo en un negocio
Este año, tras comprobar que no tenían licencia, el Ayuntamiento clausuró las pistas durante unos meses. Sin embargo, el 1 de septiembre volvieron a abrir, pese a que aún no tienen autorización. Los vecinos consideran que debería investigarse, pero denuncian hermetismo.
Denuncian, en suma, que el colegio deja de ser un centro subvencionado a partir de las tres de la tarde y se convierte en un negocio como si fuera un club deportivo privado, lo que exige requisitos y licencias que no cumple.
Medir los niveles de ruido es fundamental para cualquier denuncia o reclamación
Ricardo Ayala, el abogado especialista en ruidos recuerda que la Organización Mundial de la Salud, la OMS, fija límites claros para niveles de ruido aceptables:
En zonas residenciales, 40dB por la noche (medidos en dormitorio) y 55dB (Por el día. Medición hecha con ventanas abiertas).
Su recomiendación es, medir niveles de decibelios con un sonómetro homologado, que un notario dé fe y denunciar tanto al colegio como al Ayuntamiento por dejación de funciones.
Actuar cuanto antes
“Los abogados que luchamos contra el ruido aconsejamos a las víctimas que no demoren actuar contra los agresores acústicos y las autoridades cómplices ante la jurisdicción contencioso-administrativa y la civil, y si se está en juego el riesgo de su salud psíquica, pueden acudir a la vía penal. Es por ello que nuestro trabajo como especialistas en medio ambiente urbano consiste en que los sufridos vecinos conozcan sus derechos y cómo ejercerlos frente a las administraciones conniventes de estos negocios. Los ayuntamientos permiten que los agresores acústicos abusen de sus negocios en detrimento de los vecinos».
Ayuntamientos complices del ruido
Existen precedentes de ayuntamientos condenados por permitir niveles de ruidos elevados y no proteger el descanso de los vecinos en ciudades como Málaga, Vélez-Málaga, Valencia o Puerto Lápice, en Ciudad Real. Hay ya suficiente jurisprudencia consolidada.
«Las víctimas del ruido los son por partida triple: por el propio agente agresor, por la inacción culposa de las autoridades y funcionarios competentes, y por la incomprensión ciudadana. Frente a la invasión acústica en nuestros hogares de las canchas deportivas, sobre todo el pádel, los ciudadanos deben saber que tienen derecho a no ser molestados».
Ricardo Ayala.
CONCLUSIÓN:
✓Los vecinos aseguran que seguirán adelante. Tienen un abogado competente, mediciones anteriores de ruido hechas por la Policía Municipal que superaban los límites y documentación suficiente. El proceso judicial ya está en marcha.
Previamente, enviaron un requerimiento al colegio para negociar, pero nunca recibieron respuesta. El centro no quiere hablar del tema.
Tras diez años de paciencia, los vecinos esperan que esta historia termine y que, al fin, puedan dormir y vivir tranquilos en sus casas. Esperemos que así sea.
Consulte su caso conmigo
1Puede solicitar cita para consulta personal llamando al teléfono:
915 91 40 43
1Cómo denunciar ruidos de pistas de pádel u otras instalaciones deportivas al Ayuntamiento de Madrid
1. En línea: realizando la solicitud a través del siguiente enlace (requiere identificación y firma electrónica):
Denuncias por ruidos interiores y exteriores: Tramitar en línea ↗
2. Por teléfono: 092 Policía Municipal.
3. Presencialmente: en las Oficinas de registro municipales, así como en los registros de otras Administraciones Públicas.
