Cierre de Academia de BAILE Ruidosa en S.S. Reyes, Madrid
¡CON LA MÚSICA A OTRA PARTE!
Después de más de tres años de padecer una autentica tortura por ruidos, vibraciones y contaminación acústica en sus hogares causada por una academia de baile sin insonorización adecuada situada debajo de sus casas, las 116 familias de la comunidad de propietarios de José Hierro, 8, en San Sebastián de los Reyes (Madrid) por fin han conseguido decir: "Señores, váyanse con la música a otra parte".
El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Alcobendas dicta sentencia a favor de los vecinos por la que ordena el cese definitivo de la Academia de Baile por los "ruidos y golpes continuos y molestos que venía ocasionándoles por su actividad", y reconoce los daños morales ocasionados a las familias durante los tres años de actividad, con horarios continuados de 10:30 horas a 23.00 horas, de lunes a sábado, incluso algún domingo.
El PROBLEMA
La academia de baile Danzarte, comenzó su actividad en 2011, pese a no tener licencia de funcionamiento: el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes se la denegó por carecer de la insonorización adecuada.
La academia, tras realizar una pequeña obra y lograda su licencia, prolongó su actividad de bailes flamencos, fuertes taconeos y música moderna a gran volumen hasta junio de 2014.
Esta vez ya tenía la licencia de funcionamiento: fundamentada en esa pequeña obra de insonorización que fue aceptable para el ayuntamiento, pero que ahora el juez Francisco Javier Just Balauz, instructor del caso, aclara que fue claramente "deficiente e insuficiente", como sostenían los vecinos, ya que fue incapaz de frenar el daño por ruidos, que los vecinos han estado sufriendo.
Pese a los escritos de queja presentados por los vecinos en el Ayuntamiento, y a las actuaciones continuadas de los agentes de la Policía Local de San Sebastián de los Reyes, quienes en sus sucesivas actas levantadas durante tres años de visitas frecuentes a las viviendas afectadas constataron la presencia "de fuertes ruidos y vibraciones" continuos en las viviendas y dormitorios de las familias, el Ayuntamiento no actuó, ni solicitó mediciones de nivel de ruido, ni tomó ningún tipo de medidas cautelares para proteger a las familias.
Durante estos tres años de ruidos incesantes de la academia, estas 116 familias, representadas por el letrado Ricardo Ayala, con mujeres embarazas, bebés, niños, ancianos y adultos han sufrido los daños y violación de su intimidad causados por el impacto continuado de taconeos, vibraciones y música a altísimo volumen a diario en sus casas, y hasta altas horas de la noche. Algunos vecinos, incluso, han tenido que recibir tratamiento médico y psiquiátrico, a causa del daño continuado e incesante, que hacía imposible vivir, descansar o tan siquiera estar en sus viviendas.
La sentencia del juez, además, ordena que no pueda hacerse en este local para esta actividad ni cualquiera similar, hasta que sus propietarios haya ejecutado la insonorización adecuada de la que evidentemente carecía desde su apertura, para que los perjudicados no tengan que pasar por los problemas que han padecido.
Los RESULTADOS
Además, la sentencia determina que tanto el propietario del local como el titular de la academia deben indemnizar a las dos familias más perjudicados con 3.000 € a cada una, y asumir las costas del procedimiento.
El letrado de la Comunidad, Ricardo Ayala, experto en contaminación acústica; señala que "estas resoluciones judiciales siempre son importantes porque informan y dan esperanza a otras personas que padecen daños por ruidos de sus vecinos en sus viviendas, sobre todo cuando son actividades que los ayuntamientos no vigilan adecuadamente el cumplimiento de las ordenanzas municipales".
CONSECUENCIAS de esta Sentencia
El letrado destaca que lo importante de "la sentencia es que acoge la demanda de la Comunidad, basándose en que las molestias en los hogares tienen solución por vía civil, si la Administracion hace dejación de sus funciones"; ya que toda inmisión molesta en las viviendas supone una violación del derecho a la intimidad de las personas, y que debe evitarse dotando de las obras necesarias de insonorización de los negocios que las ocasionan.
